La Selección de Palestina se muda a Chile: razones de una histórica decisión para clasificar al Mundial 2030
En un paso sin precedentes, la selección de fútbol de Palestina ha decidido trasladar su base de operaciones a Chile. Esta decisión histórica tiene como objetivo preservar el proyecto deportivo nacional en un contexto de guerra y destrucción por parte de Israel que complica gravemente el desarrollo del deporte en su tierra natal.
El director técnico Ehab Abu Jazar, originario de Gaza, confirmó que están planificando la creación de un centro de entrenamiento y una escuela formativa en Chile, gracias al apoyo del Club Deportivo Palestino y de la masiva comunidad palestina en el país, estimada en más de medio millón de personas. Todo esto forma parte de una estrategia para asegurar el futuro del fútbol palestino de cara a conquistar un sueño mundialista en 2030.
La devastación del deporte en Palestina desde octubre de 2023 ha sido drástica. En Gaza y Cisjordania, las condiciones son extremas: no hay torneos, no hay infraestructura, y movilizarse para entrenar o jugar se ha vuelto prácticamente imposible. El conflicto ha cobrado la vida de numerosos deportistas y los impactos van más allá del fútbol, afectando toda actividad deportiva y formativa.

Por qué Palestina escogió Chile
Laelección de Chile no es casual, ya que es el país con la mayor diáspora palestina fuera del mundo árabe, lo que convierte a la comunidad chilena en un pilar clave para este proyecto.
El Club Deportivo Palestino, fundado en 1920 por inmigrantes palestinos, es un símbolo histórico de la identidad y cultura palestina en Chile. Su rol como “segundo equipo nacional” trasciende el deporte: brinda respaldo logístico, emocional y simbólico.
El plan es mucho más que una base táctica: buscan identificar talentos entre la diáspora, formar jugadores desde el fútbol juvenil e incluso proyectar al equipo hacia una clasificación histórica al Mundial de 2030.
La historia de CD Palestino
El Club Deportivo Palestino nació en Santiago de Chile en 1920, fundado por inmigrantes palestinos que buscaban mantener vivas sus costumbres y su identidad a través del deporte. En sus primeros años, el club fue una institución amateur que reunía a miembros de la comunidad para disputar partidos amistosos y campeonatos locales, representando con orgullo los colores y símbolos de Palestina. Desde sus orígenes, el equipo ha llevado el nombre de su tierra ancestral como una forma de homenaje y resistencia cultural, en un país que con el tiempo se convertiría en hogar de la diáspora palestina más grande fuera del mundo árabe.

Su salto al profesionalismo llegó en 1952, y apenas dos años después logró un hito histórico: ser campeón del fútbol chileno en 1955, título que repetiría en 1978. A lo largo de las décadas, Palestino se consolidó como un animador habitual de la Primera División, participando en torneos internacionales como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Más allá de lo deportivo, el club se convirtió en un punto de encuentro para generaciones de descendientes palestinos y en un símbolo de orgullo para toda la comunidad.
En los últimos años, Palestino ha llamado la atención internacional por su activismo simbólico en favor de la causa palestina. En 2014, por ejemplo, generó repercusión mundial al reemplazar el número “1” de su camiseta por la silueta del mapa de Palestina previa a 1947, gesto que provocó debate y sanciones en el fútbol chileno, pero que reforzó su identidad política y cultural. Hoy, el equipo no solo compite al más alto nivel en Chile, sino que también ejerce un rol diplomático informal, proyectando la imagen y la historia palestina en cada cancha que pisa.