Una rivalidad, un fanático y una puñalada: el día que cambió para siempre el tenis femenino

El 30 de abril de 1993, el mundo del tenis femenino vivió uno de los momentos más oscuros de su historia, cuando la entonces número uno del mundo, Monica Seles, fue brutalmente apuñalada en la espalda durante un partido en Hamburgo, Alemania.
El agresor, un fanático obsesionado de la tenista alemana Steffi Graf, buscaba alterar la supremacía de Seles, quien había dominado el circuito, desplazando a Graf del primer lugar.
Monica Seles, una joven estrella de 19 años, ya había ganado ocho títulos de Grand Slam y estaba en camino de consolidarse como una de las mejores jugadoras de la historia. Sin embargo, aquel fatídico día, todo cambió.
Mientras se disponía a tomar un descanso durante el partido contra Magdalena Maleeva, un hombre de 38 años, Günter Parche, saltó de las gradas y la atacó con un cuchillo, hiriéndola entre los omóplatos. La escena fue aterradora, y la seguridad del evento quedó en entredicho, ya que el agresor no enfrentó resistencia al momento del ataque.

Puñalada a Seles: la obsesión de un fanático y su impacto en el tenis
Günter Parche, el agresor, confesó que no tenía ningún problema personal con Seles, pero estaba obsesionado con que Steffi Graf recuperara el trono del tenis mundial. Su retorcida lógica lo llevó a pensar que eliminando a Seles, su ídola volvería a ser la número uno del mundo. Irónicamente, Steffi Graf no tuvo relación con el ataque y expresó su consternación ante el hecho.
El ataque no solo marcó un antes y un después en la carrera de Seles, sino también en el tenis femenino. Aunque sobrevivió al atentado, el trauma físico y psicológico mantuvo a Seles alejada de las canchas por más de dos años.
Cuando finalmente regresó al circuito, en 1995, aunque siguió siendo una jugadora de alto nivel, nunca volvió a alcanzar la misma dominancia que había mostrado antes del ataque.

Puñalada a Seles: consecuencias para el tenis y su legado
Este incidente cambió para siempre la forma en que los torneos de tenis abordan la seguridad de los jugadores. A partir de entonces, se reforzaron las medidas de seguridad en las canchas, se implementaron controles más estrictos y se elevó la vigilancia en los estadios para evitar que algo similar volviera a suceder.
Monica Seles, quien se convirtió en ciudadana estadounidense en 1994, se retiró oficialmente en 2008, habiendo ganado un total de nueve títulos de Grand Slam en su carrera. Aunque su legado en el tenis es impresionante, siempre quedará la incógnita de cuántos más hubiera podido ganar de no haber sido por aquel ataque.
La rivalidad entre Monica Seles y Steffi Graf era una de las más emocionantes en la historia del tenis, y el atentado de 1993 cambió el curso de esa competencia. Lo que debía ser una confrontación épica en las canchas quedó ensombrecido por la violencia y la irracionalidad de un fanático.
Hoy, más de tres décadas después, el ataque a Seles sigue siendo un recordatorio de cómo un acto de violencia puede alterar el rumbo del deporte y de la vida misma. El tenis femenino nunca volvió a ser el mismo desde aquel día, y la historia de Monica Seles continúa siendo una mezcla de triunfo, tragedia y resiliencia.