Las 5 mujeres que participaron de la Fórmula 1: ¿cómo les fue?

Las 5 mujeres que participaron de la Fórmula 1: ¿cómo les fue?
Maria Teresa de Filippis, la primera mujer de la Fórmula 1 (Coches.com)

Muchos pueden pensar que la Fórmula 1 es una competencia exclusiva para hombres, pero no es así: el reglamento no impide que compitan mujeres y a lo largo de la historia ha habido cinco pilotas que lo han hecho. La última que participó fue en 1992, por lo que el mayor torneo de automovilismo lleva tres décadas sin participación femenina y muchos reclaman inclusión.

La primera en participar, y en hacer historia, fue la italiana Maria Teresa de Filippis en el Gran Premio de Bélgica de 1958, en la que terminó en la décima posición tras una exigente carrera donde varios monoplaza no finalizaron el recorrido. Su participación generó polémica y, a la siguiente carrera, le impidieron competir porque el director del GP de Francia se opuso: «El único casco que debe llevar una mujer es el de la peluquería».

Luego de ella, solo otras cuatro lograron tener participaciones esporádicas en la F1: hoy en día, las mujeres parecen estar lejos de volver a tener un lugar entre los 20 asientos disponibles y muchos hablan de que el motivo es «la exigencia física», aunque el neerlandés Max Verstappen señaló de que de trata algo estadístico: «Creo que si nos fijamos en el porcentaje de hombres y mujeres en las carreras, creo que ya para los hombres el porcentaje es muy bajo para entrar en la Fórmula 1».

Fórmula 1: las 5 mujeres que compitieron

Maria Teresa de Filippis

Maria Teresa de Filippis rompió barreras como la primera mujer en competir en la Fórmula 1, debutando en el Gran Premio de Bélgica en 1958. Con solo tres carreras disputadas, su mejor resultado fue un décimo lugar en Bélgica. Aunque sus participaciones fueron limitadas, su espíritu valiente la llevó a codearse con figuras legendarias como Juan Manuel Fangio. A pesar de que su carrera en la F1 fue corta, su impacto como pionera en el automovilismo es indiscutible.

De Filippis enfrentó desafíos tanto dentro como fuera de la pista. No solo tuvo que lidiar con la dureza de la competición, sino también con actitudes discriminatorias hacia las mujeres. Un ejemplo claro fue cuando el director de carrera del Gran Premio de Francia en 1958 le negó la participación, alegando que el lugar de una mujer era la peluquería. Tras la muerte de su amigo y jefe de equipo Jean Behra en 1959, De Filippis se retiró, afirmando que había perdido a demasiados amigos en las pistas. Volvió al automovilismo años después como directiva, pero su huella como piloto permanece imborrable.

Lella Lombardi

Lella Lombardi es la única mujer en la historia de la Fórmula 1 que logró puntuar en un gran premio. En 1975, durante el Gran Premio de España, sumó medio punto tras una carrera interrumpida. Aunque su trayectoria en la F1 fue breve, con solo 12 salidas en 17 participaciones, Lombardi dejó claro que las mujeres también pueden competir al más alto nivel del automovilismo. Su carrera comenzó conduciendo una furgoneta de reparto familiar y rápidamente escaló posiciones en el mundo de las carreras, desde el karting hasta la Fórmula 5000.

Después de su paso por la F1, Lombardi siguió compitiendo en coches deportivos, donde tuvo mayor éxito, logrando victorias en eventos como las 6 Horas de Pergusa y las 6 Horas de Vallelunga. También compitió en las legendarias 24 Horas de Le Mans y, en 1988, decidió colgar el casco para fundar su propia escudería. Lamentablemente, su vida terminó prematuramente en 1992 a causa del cáncer, pero su legado como la piloto más exitosa en la historia de la F1 sigue vigente.

Divina Galica

Divina Galica es un caso único en la Fórmula 1, ya que antes de correr en el automovilismo, fue una exitosa esquiadora olímpica británica, llegando a ser capitana del equipo en dos Juegos Olímpicos de Invierno. Su paso a la Fórmula 1 fue breve pero interesante, ya que participó en tres ocasiones, aunque no pudo clasificarse en ninguna carrera. En 1976, hizo historia en el Gran Premio de Gran Bretaña al ser parte de la única prueba en la que participaron dos mujeres: ella y Lella Lombardi.

Aunque su carrera en la Fórmula 1 no despegó, Galica siguió vinculada al automovilismo en otras categorías, como la Fórmula 1 británica y las Shellsport International Series. Sin embargo, la mayoría de sus logros los alcanzó fuera de la F1, continuando su trayectoria deportiva en distintos circuitos, aunque sin sumar grandes victorias. Galica es un claro ejemplo de versatilidad deportiva, compitiendo tanto en deportes de invierno como en las pistas más veloces del mundo.

Desire Wilson

Desire Wilson tiene el honor de ser la única mujer en ganar una carrera de Fórmula 1, aunque no fue en el campeonato mundial, sino en el Campeonato Británico de F1 Aurora de 1980 en Brands Hatch, donde partió desde la pole. Aunque no logró clasificarse para el Gran Premio de Gran Bretaña de ese mismo año, su victoria en Brands Hatch le aseguró un lugar especial en la historia del automovilismo, con una tribuna en ese circuito que lleva su nombre.

Además de su paso por la F1, Wilson continuó cosechando éxitos en otros campeonatos, incluyendo victorias en carreras de resistencia como los 1.000 km de Monza y las 6 Horas de Silverstone. Su carrera también la llevó a competir en la CART, convirtiéndose en la única mujer con licencia para hacerlo. Aunque su tiempo en la Fórmula 1 fue breve, su legado en el automovilismo se ha mantenido vivo gracias a sus logros únicos.

Giovanna Amati

Giovanna Amati fue la última mujer en intentar clasificarse para un Gran Premio de Fórmula 1. En 1992, participó en tres grandes premios con el equipo Brabham, pero no logró clasificarse en ninguno. Amati comenzó su carrera en la Fórmula Abarth antes de ascender a la Fórmula 3 y la Fórmula 3000, lo que la llevó finalmente a la F1. A pesar de su falta de éxito en la máxima categoría, su presencia en el deporte fue significativa, destacando en una época donde la competencia era feroz.

Tras su breve paso por la F1, Amati continuó su carrera en otras competiciones, proclamándose campeona de Europa femenina en 1993 y compitiendo en el Ferrari Challenge. Aunque no consiguió el éxito que otros pilotos lograron en la Fórmula 1, Amati siempre será recordada por su perseverancia y su contribución al automovilismo femenino en un deporte dominado por hombres.

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