En Países Bajos tienen en claro por qué nunca fueron campeones del mundo

Los años pasan y aún es difícil de explicar por qué Países Bajos nunca fue campeón del mundo, especialmente luego de haber tenido uno de los equipos más icónicos de la historia del fútbol durante la década de 1970. Las explicaciones de las derrotas en las finales 1974 y 1978 son muchas, aunque hay una que cala hondo en la cabeza de los neerlandeses de más edad: “Si Van Beveren hubiera atajado, tendríamos dos copas del mundo”.
Jan van Beveren, nacido el 5 de marzo de 1948 en Ámsterdam, es considerado uno de los mejores arqueros de la historia del país. Su carrera comenzó en Sparta Rotterdam aunque sus actuaciones más memorables se dieron a partir de 1970 al desembarcar en el PSV Eindhoven, con el que ganó cinco títulos nacionales y una Copa de la UEFA (hoy conocida como Europa League).
Su enorme habilidad bajo los tres palos le permitió llegar a la Selección de Países Bajos con tan solo 17 partidos como profesional en el hombro. Aquella primera convocatoria a sus 19 años hacía pensar que el elenco europeo había encontrado a un guardián de su arco por muchísimo años, pero sus declaraciones en la prensa generaron un enorme enojo que le costó no jugar nunca una Copa del Mundo.
“No nos hemos clasificado porque algunos jugadores han olvidado la importancia del torneo, se dedicaron a hablar únicamente de dinero y carecieron del compromiso adecuado. Fue una gran decepción», lanzó Van Beveren luego de que su seleccionado no clasifique al Mundial de México 1970 por apenas dos puntos.
Aquellas palabras fueron el inicio de su enfrentamiento con varios de los jugadores icónicos de aquella camada neerlandesa, conocida en nuestros tiempos como la “Naranja Mecánica”. La enemistad principalmente fue con nada más y nada menos que Johan Cruyff, con quien también lo separaba los colores: mientras el arquero era ídolo de PSV, “El Flaco» brillaba en Ajax.

Las ausencias de Van Baveren en los Mundiales de 1974 y 1978
Si bien Van Beveren llegó entre algodones a la previa del Mundial de Alemania Federal 1974 debido a una lesión en la ingle que lo dejó afuera de varios encuentros de las Eliminatorias, los diarios de la época señalan que el problema no fue físico. El arquero, semanas antes de la Copa del Mundo, denunció ciertos privilegios de Cruyff y sus compañeros del Ajax con respecto al resto del plantel neerlandés.
Muchos aseguran que fue el propio Johan el que le bajó el pulgar y le impidió estar en la cita mundialista, otros indican que influyó la actitud del golero en un amistoso frente a Hamburgo SV: el entrenador Rinus Michels quiso probar como estaba y tenía la intención de que ataje los 90 minutos, mientras que Jan solo quería estar un tiempo. Este hecho habría sido decisivo para la posterior no convocatoria.
Su lugar en 1974 fue ocupado por otro Jan, Jongbloed, que militaba en la segunda división del país en el arco de DWS Amsterdam. Si bien su actuación en el Mundial no fue un desastre, la falta de reacción en el gol decisivo de los germanos en la final dejó un sabor amargo en los fanáticos. Muchos de ellos coinciden en que a pesar de cualquier conflicto interno, tendría que haber atajado Van Beveren.
Una lesión de Piet Schrijvers le dio otra vez la posibilidad a Jongbloed de estar en una final del mundo cuatro años después. En aquella ocasión, el verdugo fue Argentina y nuevamente no fueron pocos los que señalaron que el arquero podría haber hecho algo más en los tres goles albicelestes. Tiene sentido entonces que a pesar de nunca haber jugado un partido mundialista, el nombre de Jan van Beveren esté tan asociado a la gloria que pudo haber sido… pero finalmente no fue. Los caminos del fútbol a veces son menos lineales de lo que uno puede imaginar.