El saque del medio de PSG y el Día de la Marmota: ¿vemos menos fútbol, le ponemos menor atención o estamos saturados?

París Saint-Germain (PSG) inició el partido contra Inter Miami, por los octavos de final del Mundial de Clubes 2025, de una manera particular: lanzó la pelota bien lejos a uno de los laterales, ganando metros como ocurre en deportes como el rugby. Esto generó la sorpresa en miles de televidentes y fue replicado en cientos de cuentas de redes sociales, las cuales se mostraron sorprendidas. Pero lo curioso en realidad no fue lo que hizo el equipo francés, sino las reacciones: los dirigidos por Luis Enrique hicieron esto durante toda la temporada, incluido la final de la Champions League, tal vez el partido de fútbol más visto de 2025.
Lo más sorprendente es la gran cantidad de usuarios que expresaron de manera genuina su asombro a lo que estaban viendo, muchos de los cuales hicieron bromas sobre el supuesto vínculo de esta jugada con el mundo de las apuestas. Hasta los medios de comunicación y cuentas de contenido deportivo lo compartieron como novedad, más allá de la clara intención de morder algunas cuantas interacciones. Estamos hablando de PSG, el actual campeón de Europa.
Esto me hizo pensar tres hipótesis sobre cómo se consume fútbol hoy en día, un tema que cada tanto vuelve al centro de la escena al tocar el vínculo de las nuevas generaciones con el deporte: ¿se ve menos fútbol del que pensamos a pesar de tener todos los torneos a nuestra disposición? ¿Le prestamos menos atención al juego con tantos distractores a nuestro alrededor? ¿O estamos saturados de tantos súpertorneos y finales? Vayamos una por una.
Este saque de centro, ¿qué ha sido? 😂@FIFACWC | Todos los partidos gratis en https://t.co/yWCWbevPop | #FIFACWC #TakeItToTheWorld pic.twitter.com/3phFyHHpgr
— DAZN Fútbol (@DAZNFutbol) June 29, 2025
¿Cuánto fútbol vemos?
Que una gran cantidad de personas se sorprenda por cómo hace el saque del medio el PSG, el actual campeón de la Champions League, puede tener como respuesta que se ve menos fútbol del que pensamos. Algo curioso de este ejemplo puntual es que, contra Inter Miami, no fue ni siquiera la primera vez que lo hizo durante el propio Mundial de Clubes 2025, el torneo que ha acaparado la atención en estos momentos en el mundo del fútbol global.
Internet nos permite tener un acceso a (casi) cualquier partido del mundo, aunque en muchos casos debemos pagar una tarifa extra o ingresar a sitios web de dudosa procedencia. Esto no significa que la gente vea más fútbol ahora que antes, ya que el deporte también compite con otros entretenimientos que han crecido de manera exponencial en su oferta: hay cada vez más películas, series, videojuegos, podcast y videos al alcance de nuestra mano con el celular o la TV.
Este planteo no es novedoso (al igual que el saque del PSG), sino que es una pregunta que los que ponen dinero en el mundo del fútbol ya se hacen. Quien ha llevado más al extremo el análisis fue el exfutbolista Gerard Piqué, quien parece decidido a destruir las reglas básicas de cualquier disciplina con tal de ser servil a las supuestas exigencias de los consumidores de este siglo.
“Una de las razones por las que empezamos la Kings League es porque mis hijos ven un partido de fútbol y después de diez minutos están en sus teléfonos viendo otra cosa. El fútbol compite con Netflix, Amazon, YouTube, TikTok. El fútbol durante 90 minutos ya no es tan emocionante. Los clubes pagarán a los aficionados para que vayan al estadio, porque la experiencia en casa, en pijama, es incluso mejor que ir al estadio”, dijo Piqué en una entrevista con The Times.
Pero, lejos de lo que piensa el ex Barcelona, el fútbol sigue siendo convocante en todo el mundo y mantiene en vilo a millones de personas: cuando se juegan partidos importantes, tanto a nivel selecciones como clubes, los números de audiencia explotan. Los intereses emocionales que se ponen en juego, sumado al placer de seguir un evento en vivo y en directo, no se comparan con ninguna producción de Hollywood o el mejor reel de Instagram.
Entonces, ¿nos sorprende el saque inicial de PSG porque vemos fútbol con menos atención?
¿Qué vemos cuando vemos fútbol?
Sentarse a ver un partido de fútbol en la TV y prestarle la mayor cantidad de tiempo al juego, sin distraerse con otras cosas, ocurre muy poco en estos tiempos: cuando juega nuestro equipo favorito o si se trata de un duelo donde las emociones desbordan, como la final del Mundial de Qatar 2022. Igualmente, también en esos casos uno suele estar con el celular en la mano interactuando con amigos o revisando qué se dice en X. El gol, en esta época, se grita en la cancha, en las casas y también en las redes sociales.
Miguel Simón, destacado relator argentino de fútbol, ha sumado como latiguillo el «soltá el celular» cuando se aproxima una situación manifiesta de gol. De manera magistral y simple, ha logrado una conexión con quienes están del otro lado de la pantalla, sabiendo que en su mayoría están con el partido de fondo y levantan la vista cada cierto tiempo para ver qué pasa. El narrador, en estos casos, pasa a ser fundamental: alerta cuando algo emocionante está por pasar.
Es por esto que podemos pensar que muchos de los que se sorprendieron el otro día con el saque del medio del PSG frente al Inter Miami sí vieron varios partidos del equipo francés este año, principalmente en la Champions League, pero simplemente ignoraron los inicios, un momento donde no suele pasar nada extraordinario. Si nadie les advirtió antes de esto, tal vez estaban viendo algún tuit o prestándole atención a otra cosa.
Ahora bien, ¿y si en realidad sí lo vimos, nos sorprendimos en su momento y después nos olvidamos?
¿El fútbol está saturado con tantos partidos y torneos?
El Mundial de Clubes de 32 equipos llegó este 2025 para quedarse, ya que no solo es un negocio redondo para la FIFA y aliados, sino también ha despertado un real interés entre los fanáticos del fútbol (con sus opositores, obviamente). Pero, más allá de que soy de los que le levanta el pulgar a este nuevo formato, también me pregunto si el fútbol no está entrando en una peligrosa zona de saturación de su producto.
Y acá no hablo del cansancio y desgaste de los futbolistas (que es para otro debate), sino de cómo las federaciones buscan que haya cada vez más finales y partidos emocionantes por la ambición de obtener más dinero en patrocinios y derechos de TV, dejando de lado que esto puede, a la larga, ser perjudicial. Para que algo obtenga valor, también es necesario el tiempo muerto: el Mundial de selecciones tiene tanto prestigio porque se juega cada cuatro años, por ejemplo.
La nueva Champions League tiene como objetivo que en la Fase de Liga, la cual reemplazó la Fase de Grupos, se jueguen más encuentros entre equipos de renombre de los que se disputaban antes; en el fútbol argentino se disputan tres Supercopas entre diferentes campeones; a mitad de año tenemos un evento importante casi siempre (Mundial, Mundial de Clubes o torneos continentales). A uno como futbolero le encanta que haya tanto para ver, pero a la vez eso puede ser la causa de que nos olvidemos fácilmente de algunos partidos que, en ese momento, nos parecían importantísimos (o fueron vendidos de esa manera).
Atesoramos en nuestra memoria aquello que más nos emocionó a lo grande y los partidos más espectaculares, pero olvidamos rápidamente tantos otros que en su momento parecían que iban a ser eternos en nuestro recuerdo futbolístico.
Si se siguen agregando súpertorneos y finales una detrás de la otra, puede ser que en algún momento ya no nos interpele tanto ni la final de la Champions League. Entonces, en ese momento, seguramente la FIFA se golpeará la cabeza y tendrá una brillante idea: enfrentar al mejor equipo de la Tierra con un combinado intergaláctico. Allí probablemente iría hoy en día el PSG, que hará su saque del medio como en el rugby y volverá a sorprender a millones de personas, como si fuera el Día de la Marmota.