La selección de Cabo Verde selló su pasaje al Mundial 2026 tras derrotar a Esuatini y liderar el Grupo D de las eliminatorias africanas. El triunfo les aseguró el billete a la cita de México–EE.UU.–Canadá 2026, convirtiendo al pequeño archipiélago (525.000 habitantes) en la segunda nación con menor población en disputar un Mundial, solo por detrás de Islandia.
La Federación Caboverdiana de Fútbol (FCF), fundada en 1982 y miembro de la FIFA desde 1986, ha trabajado sostenidamente para fortalecer el fútbol nacional. Con fondos del programa Forward de la FIFA se construyeron canchas de césped artificial en la isla de Santiago y se renovó el Estadio Adérito Sena en São Vicente, mejorando la infraestructura disponible. Estos avances han permitido profesionalizar las formativas locales y brindar oportunidades a nuevos talentos.
Así, Cabo Verde debutó en la Copa Africana de Naciones en 2013 y suma ya cuatro participaciones consecutivas en el torneo continental, alcanzando los cuartos de final en la edición 2023. Este rendimiento internacional evidencia un crecimiento notable, especialmente considerando la localización geográfica remota y los recursos limitados del país.
Selección de Cabo Verde: lazos históricos y futbolísticos con Portugal
Cabo Verde fue colonia portuguesa hasta 1975 y mantiene profundos lazos culturales y deportivos con Portugal. Aunque el país cuenta con poco más de medio millón de habitantes, su diáspora supera el millón y medio, concentrada principalmente en territorio portugués.
Esta conexión se refleja directamente en su selección. Varios jugadores de origen caboverdiano se formaron en clubes lusos, y algunos incluso llegaron a representar a la selección de Portugal, como Nani, campeón europeo en 2016. A la inversa, el equipo de Cabo Verde cuenta con numerosos futbolistas que compiten en la liga portuguesa. En la convocatoria reciente destacaban seis jugadores que actúan en Portugal: los guardametas Bruno Varela (Vitória de Guimarães) y Vozinha (Chaves), el lateral Wagner Pina (Estoril), los mediocampistas Yannick Semedo (Vizela) y Telmo Arcanjo (Vitória de Guimarães), y el delantero Jovane Cabral (Estrela da Amadora).
Esta influencia lusitana ha enriquecido al equipo caboverdiano con experiencias tácticas y competitivas europeas, reflejadas en un estilo de juego más ordenado, técnico y disciplinado que el promedio del continente africano.
Selección de Cabo Verde: factores clave para la clasificación histórica
La clasificación de Cabo Verde se explica por la conjunción de varios factores. En primer lugar, la ampliación del Mundial a 48 selecciones abrió la puerta a más países africanos: bastaba con ganar el grupo para obtener el pasaje directo. Cabo Verde lideró el suyo con 20 puntos (6 victorias, 2 empates y 1 derrota), superando por dos unidades a Camerún.
Desde comienzos de los 2000, la FCF implementó un programa estratégico de captación de talentos de la diáspora en Europa. Muchos jugadores de raíces caboverdianas, formados en clubes europeos, pudieron elegir jugar con Cabo Verde gracias a cambios en la normativa FIFA, lo cual elevó notablemente el nivel del equipo. En las últimas eliminatorias este proyecto dio sus frutos: jóvenes como el defensor Roberto Lopes (nacido en Irlanda) o el delantero Dailon Livramento (hijo de caboverdianos en los Países Bajos) se sumaron al equipo, enriqueciendo su competitividad.
También fueron determinantes la estabilidad del cuerpo técnico y el apoyo institucional. El seleccionado, dirigido por el técnico nacional “Bubista”, mantuvo su base de jugadores, lo que favoreció la cohesión. Por su parte, el gobierno contribuyó a motivar a la afición decretando un medio día festivo el día del partido decisivo.
Cabe recordar que en intentos previos Cabo Verde había rozado la clasificación: en 2013 lideró su grupo rumbo al Mundial 2014, pero la FIFA lo sancionó por alinear indebidamente a Fernando Varela, convirtiendo su victoria sobre Túnez en una derrota administrativa y dejando al equipo fuera del repechaje. Aprendiendo de ese episodio, esta vez el fútbol caboverdiano logró sellar su pasaporte a la Copa del Mundo.
Selección de Cabo Verde: impacto nacional y perspectivas de cara a 2026
La gesta futbolística ha desatado una oleada de orgullo nacional. El mismo día de la victoria, la capital Praia se paralizó de emoción, con los fanáticos siguiendo el partido en cada pantalla y participando masivamente en la fiesta posterior. Como señalaron medios locales, el fútbol se vive intensamente en el archipiélago, y ver a la selección clasificada por primera vez genera un sentimiento de unidad difícil de describir.
La clasificación también inspira a los más jóvenes: poder ver al equipo nacional compitiendo al más alto nivel es una motivación enorme para quienes juegan al fútbol desde niños en las calles y escuelas locales.
A nivel deportivo, Cabo Verde se incorpora al selecto grupo de debutantes del Mundial, junto a Jordania y Uzbekistán. En el torneo disputado en México, Estados Unidos y Canadá, el equipo africano enfrentará sin duda rivales de mayor trayectoria mundialista, lo que plantea un desafío considerable. Sin embargo, la experiencia ya sirve de impulso para el futuro: haberse clasificado fortalece la proyección internacional de los jugadores caboverdianos y podría atraer más recursos a las categorías inferiores.