El país africano que prohibió la brujería en el fútbol luego de un hechizo en pleno partido

El fútbol en África es conocido por su pasión, pero también por algunas creencias arraigadas en lo sobrenatural. Uno de los episodios más curiosos en la historia reciente de este deporte ocurrió en Ruanda, cuando se prohibió la brujería en los estadios de fútbol. La razón fue un incidente insólito que ocurrió durante un partido entre Mukura Victory y el Rayon Sports en 2016, en la liga ruandesa.
Todo comenzó cuando el Moussa Camara, del Makura Victory, corrió hacia la portería rival, pero no para anotar un gol. En cambio, se acercó al poste y pareció sacar algo extraño que había sobre el césped, lo que muchos interpretaron un «hechizo» hecho por el arquero del Rayon Sports. Esto desató el caos en el estadio: los jugadores del equipo contrario se lanzaron sobre él y hubo pelea.
Tras este incidente, el juego se interrumpió brevemente, y luego continuó: Camara tuvo una oportunidad de anotar similar a la anterior y, esta vez, anotó el gol. Muchos aseguraron que fue obra de la destrucción del hechizo, lo que desató una fuerte polémica en el país y generó que el caso se comience a hablar en todo el mundo. Los dirigentes tomaron cartas en el asunto.
La prohibición de los hechizos en el fútbol de Ruanda
Este incidente llevó a la Asociación de Fútbol de Ruanda (FERWAFA) a tomar medidas rápidas y drásticas. En un comunicado oficial, prohibieron cualquier acto relacionado con la brujería dentro de los estadios de fútbol, bajo pena de fuertes sanciones a los equipos y jugadores involucrados.
Aunque no hay evidencia científica que respalde la efectividad de estos «hechizos», muchos jugadores, entrenadores y fanáticos en Ruanda y otros países africanos creen que este tipo de prácticas pueden influir en el resultado de los partidos. Para algunos, esto no es más que superstición, pero para otros, la brujería sigue siendo una parte importante de su cultura.
La decisión de la FERWAFA de prohibir la brujería no estuvo exenta de controversias. Algunos aficionados defendieron las prácticas tradicionales, argumentando que forman parte de la cultura local y que no deberían prohibirse en un deporte tan popular como el fútbol. Otros, sin embargo, celebraron la medida, considerándola un paso hacia la modernización y profesionalización del deporte en el país.
Desde la prohibición, la liga ruandesa ha implementado reglas más estrictas sobre lo que los jugadores y entrenadores pueden hacer dentro del campo, asegurando que no haya lugar para «hechizos» ni otros actos supersticiosos que puedan afectar el desarrollo del juego.
Aunque las creencias sobrenaturales en el fútbol no son exclusivas de Ruanda, el país africano es uno de los pocos que ha tomado una medida tan directa para prohibirlas. En otras ligas del continente, se han reportado incidentes similares, pero pocos han llevado a una regulación formal.
Este episodio dejó una marca en la historia del fútbol ruandés y muestra cómo las creencias tradicionales y el deporte pueden chocar de maneras insospechadas. En un continente donde el fútbol es casi una religión, la frontera entre lo supersticioso y lo profesional es a veces difícil de trazar.