El caso Chila-Cheme: el futbolista que suplantó la identidad de su amigo para tener menos edad
Ángel Cheme, exfutbolista ecuatoriano, protagonizó uno de los escándalos más sonados en el fútbol sudamericano al haber suplantado la identidad de su compatriota Gonzalo Chila. El caso, que salió a la luz en 2010, dejó una marca en la historia del fútbol ecuatoriano y evidenció prácticas irregulares que afectaron a varios clubes y al propio Cheme.
Nacido el 19 de noviembre de 1981, Ángel Cheme comenzó su carrera en 2003 cuando, junto a su amigo Gonzalo Chila, se presentaron a una prueba en el club Aucas. Ambos fueron llevados por un familiar de Chila conocido como «el viejo Enrique». Aunque Cheme fue seleccionado por el equipo, su edad representaba un problema, ya que no podía ser inscrito en las divisiones juveniles.
Fue entonces cuando surgió la propuesta de cambiar de identidad. Según el abogado de Cheme, Jorge Rosero, «el viejo Enrique» sugirió que se realizara el cambio, y Chila, nacido el 9 de diciembre de 1984, aceptó ceder su nombre. A cambio, la familia de Chila habría recibido pagos de parte de Cheme, aunque esta versión fue negada por los involucrados del lado de Chila.
Caso Chila-Cheme: ¿cómo se destapó el escándalo?
La situación comenzó a complicarse cuando en diciembre de 2008, Gonzalo Chila, ya como pastor evangélico, intentó tramitar su pasaporte y descubrió que el documento había sido expedido a nombre de otra persona un año antes. Este fue uno de los primeros indicios que levantaron sospechas sobre la suplantación.
Cheme, bajo la identidad de Chila, jugó en clubes importantes de Ecuador como Aucas, Talleres, Olmedo y Liga de Quito. Con Liga, alcanzó logros significativos, incluyendo la Recopa Sudamericana en 2009 y 2010, y la Copa Sudamericana en 2009. Sin embargo, todo cambió en 2010 cuando la verdad salió a la luz y Cheme fue suspendido por dos años.
En 2020, Cheme reveló que directivos de Liga de Quito sabían de la suplantación de identidad antes de que el escándalo se hiciera público, pero habrían encubierto la situación debido a una transferencia en curso. Esto generó nuevas controversias sobre el nivel de complicidad en el fútbol ecuatoriano.
Uno de los capítulos más oscuros de esta historia fue el secuestro del periodista Guido Manolo Campaña, quien investigaba el caso para el diario El Universo. Campaña fue amenazado de muerte y torturado, aunque afortunadamente sobrevivió. Pese a la gravedad del hecho, el caso nunca tuvo un desenlace en la justicia ecuatoriana.
Tras cumplir un año de suspensión, gracias a un indulto de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Cheme pudo regresar a las canchas en 2011, esta vez con su verdadero nombre. Su caso sigue siendo uno de los ejemplos más recordados de fraude en el fútbol, y marca un antes y un después en las regulaciones del deporte en Ecuador.